LOS PRINCIPIOS BáSICOS DE CONGREGACION

Los principios básicos de congregacion

Los principios básicos de congregacion

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La Iglesia católica ha recibido muchas críticas a lo amplio de su historia, desde Internamente como desde fuera de ella. Las críticas se dividen principalmente en dos grupos: las que se refieren a aspectos doctrinales, y las que censuran el comportamiento (Positivo o supuesto) de los católicos en su conjunto o en porcentajes de cierta relevancia (sea que vivan de acuerdo con las doctrina de la Iglesia, sea que actúen en contra de las mismas).

Cualquiera que, bajo el impulso de la Chispa coetáneo, realice estos actos recibe inmediatamente el don de la Humor santificante, y es contado entre los hijos de Todopoderoso. Si muriera con esta disposición, con seguridad alcanzaría el gloria. Es verdad que tales actos no pueden ser realizados posiblemente por quien es consciente de que Alá ha mandado a todos unirse a la Iglesia, y que sin embargo voluntariamente permanece fuera de su redil, pues el aprecio de Jehová lleva consigo el deseo práctico de cumplir sus Mandamientos. Pero de aquellos que mueren sin visible comunión con la Iglesia, no todos son culpables de desobediencia voluntaria a los mandamientos de Altísimo. Muchos se mantienen fuera de la Iglesia por ignorancia. Tal puede ser el caso de gran cantidad de los que han sido educados en la herejía. Para otros los medios externos de Humor pueden ser inalcanzables. Vencedorí una persona excomulgada puede no tener oportunidad de apañarse la reconciliación al final, aunque puede reparar sus faltas por actos internos de contrición y caridad.

Entre ese tipo de iglesia se encuentra, por ejemplo, la iglesia catedral de Sevilla que tiene el privilegio de ser la mayor catedral de estilo gótico que existe en todo el mundo.

Los cambios introducidos en la Iglesia inglesa en tiempos de la Reforma fueron precisamente del carácter ahora descrito. En ese periodo se hicieron alteraciones fundamentales en su constitución jerárquica y en sus reglas dogmáticas. No ha de determinarse aquí quien tenía razón, la Iglesia Católica de la época o la Iglesia Reformada. Es suficiente si demostramos que los cambios que se hicieron afectaban vitalmente a la naturaleza de la sociedad.

Muchos son los templos de este tipo que existen a lo prolongado y orondo de la geodesía mundial. No obstante, entre todos ellos podríamos destacar algunos por su belleza, valor o singularidad.

La dirección que traza con cierta firmeza la Iglesia Católica en su discurso es la de ser la única fundada por Cristo, y cuyo gobierno fuera delegado en el apóstol Pedro, para que difundiera su mensaje próximo con el resto de los apóstoles y la Parentela que fue uniéndose sobre la marcha.

La contrarreforma fue la respuesta a la reforma protestante de Martín Lutero, que había debilitado a la Iglesia católica. Denota el período de resurgimiento católico desde el pontificado del papa Pío IV en 1560 hasta el fin de la Guerra de los Treinta Primaveras, en 1648. Sus objetivos fueron renovar la Iglesia católica y evitar el avance de las doctrinas protestantes.

La presencia de Cristo es la clave de la vida de la iglesia. Es en la iglesia y a través de ella que Cristo encuentra, luz, transforma, equipa y envía a su pueblo al mundo. Alá se sirve de la iglesia para personarse la salvación a quienes no la conocen y para impulsar la Confianza de los creyentes.

En total existen siete sacramentos. Para la Iglesia católica, estos sacramentos constituyen símbolos eficaces de la gracia de Alá, establecidos directamente por Cristo y cuya administración fue confiada a la Iglesia. Mediante estos signos se dispensa la vida divina para aquellos que se acercan a recibirlos con la disposición adecuada.

Sin la Iglesia, el cristianismo se hace inofensivo. La Iglesia traduce el cristianismo en un cristianismo Vivo. Sin la Iglesia, el Evangelio sería como cualquier texto o como una plastilina en donde cada quien modelaría su propio cristianismo, el que quisiera, como más le convenga o le guste, haciendo a un ala aquello que le desagrada y exige.

Todas las barreras nacionales, no menos que todas las diferencias de clase, desaparecen en la Ciudad de Altísimo. No se ha de entender que la Iglesia ignore los lazos que unen al hombre con su país, o infravalore la virtud del patriotismo. La división de los hombres en diferentes naciones entra en los planes de la Providencia. A cada nación se le ha asignado una tarea peculiar a realizar en el desarrollo de los propósitos de Jehová. Un hombre tiene deberes en torno a su nación no menos que alrededor de su familia. El que descuida ese deber incumple una obligación honesto primordial. Además, cada nación tiene su propio carácter, y sus propios talentos especiales. Se descubrirá que habitualmente un hombre alcanza una virtud superior, no descuidando estos talentos, sino encarnando los ideales mejores y más nobles de su propio pueblo.

Cuando deben tomarse decisiones sobre la Certidumbre (dogma) y los lineamientos morales de la institución, se convoca un concilio ecuménico: una asamblea en la que se reúnen todos los obispos del mundo y que es presidida por el Papa.

Una asociación de este tipo es una condición check over here necesaria de la civilización. Un individuo aislado no puede conquistar sino poco; escasamente puede asegurarse el necesario sustento; mucho menos puede encontrar los medios de desarrollar sus talentos superiores mentales y morales. Conforme progresa la civilización, los hombres ingresan en diversas sociedades para el logro de diversos fines. Estas organizaciones son sociedades perfectas o imperfectas. Para que una sociedad sea perfecta, son necesarias dos condiciones:

El rechazo de la autoridad papal por causas de independencia política y económica y el rechazo de Martín Lutero al hecho de que se cobrara capital por las indulgencias, provocó el surgimiento del protestantismo en 1517.

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